Por El Ángel Exterminador •
Pionero en la historia del pancracio mexicano, es considerado
como uno de los primeros luchadores en usar máscara, teniendo un éxito
demoledor. Debutó en la Arena México el 3 de abril de 1938 y el morbo se
apoderó de los aficionados desde entonces.
Caricatura de Román Rivas
México • Amediados de los treinta, México
comenzaba a gozar de los espectáculos de entretenimiento, como el
teatro, el cine, y los deportes como la lucha libre nacional daban sus
primeras funciones con carteleras formadas con peleadores extranjeros.
Al terminar dicha década se integrarían exponentes nacionales que fueron
quienes trajeron las primeras máscaras. Pero fue uno en particular el
que hizo vibrar los encordados y deslumbrar a la afición de aquella
época.
Murciélago: Tras la máscara, ocultas la risa, el miedo, el temor, la alegría, lástima que hay máscaras que nuestro público no quiere ver.
Cavernario: ¿Cuáles maestro?
Murciélago: Éstas… las que forman los años.
Este pequeño dialogo que retrata lo que sienten los protagonistas de la Lucha Libre está tomado de la cinta El Señor Tormenta (1963), en la que actúan el Cavernario Galindo y el Murciélago Velázquez, este último autor del argumento, pero que además fue pilar en la historia del pancracio. Un personaje misterioso, rudo extraordinario, enigmático y polifacético; una leyenda cuyas hazañas bien pudieron salir de un cómic de aventuras con la diferencia que el Cavernario sí existió.
José Jesús Velázquez Quintero, mejor conocido como El Murciélago Velázquez, nació un 22 de febrero de 1910 en el rancho de La Palma, Dolores Hidalgo, Guanajuato. De muy pequeño toda la familia, emigró a la ciudad de México en busca de mejores oportunidades.
José Jesús apenas terminó la primaria, sin embargo, la curiosidad por los libros lo llevarían a tener una extraordinaria creatividad y manejo de información.
Ya en la gran ciudad, el entonces flacucho joven decide incorporarse a la policía donde aprendió lucha libre en el Casino de la Policía de la Ciudad de México, una de las primeras escuelas donde se enseñaba esta actividad. En agosto de 1935 fue su debut bajo el apelativo Jesús Velázquez con el cual no hubiese ido a ningún lado.
Es cuando El Murciélago Velázquez decide usar máscara que nace la leyenda. Su mote lo adquirió el día que un promotor lo motivo a crear un personaje y como sugerencia le advirtió: “Básate en algo que te parezcas”. José Jesús enterró su anonimato y se halló cara de quiróptero. Como El Murciélago enmascarado debutó en la Arena México el 3 de abril de 1938 y desde esa aparición el morbo se apodero de los aficionados, que le hicieron el favor de llenar las subsecuentes apariciones en la arena que fuera.
Dueño de una capacidad extrema para aliviar el alma de los seguidores de la lucha libre, hacia vibrar al respetable vía su personalidad y espectáculo sobre el ring. Desde su salida era un show: de un oscuro túnel, a paso lento y arrogante, un misterioso enmascarado envuelto en una capa negra, subía sin dejar ver su atuendo y se dirigía al centro del encordado. El público lo abucheaba a rabiar, sin saber que esa era su motivación. Después del ritual del anunciador, el misterioso enmascarado extendía su capa para dejar salir volando una parvada de murciélagos que hacían que el domo se llenara de gritos tanto de terror, ira, asombro y rechiflas hacia el soberbio encapuchado negro. Posteriormente, dejaba soltar sobre el cuadrilátero alacranes, víboras, tarántulas y toda especie de alimañas para así amedrentar a su oponente. De esta manera fue como Jesús Velázquez El Murciélago Enmascarado revoluciono, en base a su imaginación, el mundo de la Lucha Libre.
Sus llaves favoritas fueron la noria, la suástica y la filomena. Esta última generó un mito en torno a su figura, junto a su gran rival Merced Gómez, El Tigre de Mixcoac. La historia cuenta que en una encarnizada batalla entre ambos El Murciélago le hizo volar un ojo a su furioso enemigo, aplicándole la después famosa llave, este hecho ayudo a acrecentar ante los aficionados su visión de rudo despiadado.
En el año de 1939 fue campeón nacional de peso welter. Se enfrento a las grandes figuras de la época como Octavio Gaona, Bobby Bonales, Jack O´Brein, Dientes Hernández y Ciclón Veloz entre otros más. Fue a mediados del año 1940 cuando perdió su máscara en una lucha de apuestas de máscara contra cabellera enfrentándose a Octavio Gaona quien lo derrotó. Por fin los aficionados vieron el rostro que se ocultaba tras aquel enigmático personaje. Desde ese momento, cambio su nombre de El Murciélago Enmascarado por el de El Murciélago Velázquez.
Luchó por algunos años más para después retirarse en buenas condiciones. Su espectacular carrera continuó como maestro de lucha libre. También formó parte de la Comisión de Box y Lucha del D.F. procurando buscar el bienestar de sus colegas.
La literatura y la poesía fueron sus grandes pasiones. Le gustaba escribir artículos en las revistas de luchas. Escribió cuentos y novelas cortas que posteriormente lo llevarían a realizar argumentos para cine. Algunas cintas donde participó fueron: Los Tigres del Ring (1957), la serie La Pandilla (1959), Señor Tormenta y Tormenta Sobre el Ring ambas de (1962), Las Lobas del Ring (1964), La Sombra del Murciélago (1968) y muchas mas. Uno de sus grandes éxitos fue Tlayucan (1962), película mexicana nominada al Oscar en el año 1963 por mejor film extranjero y ganadora de diversos premios tanto nacionales como internacionales. No solo escribió argumentos, también participo como actor en algunas de ellas. Realizar tertulias con sus amigos era un gusto para el, amante de la música. Su cantante favorita fue Lucha Reyes, quien le llegó a dedicar canciones en vivo. Hombre humilde, ejemplar y polifacético. Es imposible hablar de lucha libre sin mencionarle.
La muerte se lo derroto un 26 de mayo de 1972. A cuarenta años de haber desaparecido físicamente, no deja de sorprender su existencia, llena de aventuras, mitos, vivencias casi irreales y dignas para un personaje de una historieta de ficción.
Murciélago: Tras la máscara, ocultas la risa, el miedo, el temor, la alegría, lástima que hay máscaras que nuestro público no quiere ver.
Cavernario: ¿Cuáles maestro?
Murciélago: Éstas… las que forman los años.
Este pequeño dialogo que retrata lo que sienten los protagonistas de la Lucha Libre está tomado de la cinta El Señor Tormenta (1963), en la que actúan el Cavernario Galindo y el Murciélago Velázquez, este último autor del argumento, pero que además fue pilar en la historia del pancracio. Un personaje misterioso, rudo extraordinario, enigmático y polifacético; una leyenda cuyas hazañas bien pudieron salir de un cómic de aventuras con la diferencia que el Cavernario sí existió.
José Jesús Velázquez Quintero, mejor conocido como El Murciélago Velázquez, nació un 22 de febrero de 1910 en el rancho de La Palma, Dolores Hidalgo, Guanajuato. De muy pequeño toda la familia, emigró a la ciudad de México en busca de mejores oportunidades.
José Jesús apenas terminó la primaria, sin embargo, la curiosidad por los libros lo llevarían a tener una extraordinaria creatividad y manejo de información.
Ya en la gran ciudad, el entonces flacucho joven decide incorporarse a la policía donde aprendió lucha libre en el Casino de la Policía de la Ciudad de México, una de las primeras escuelas donde se enseñaba esta actividad. En agosto de 1935 fue su debut bajo el apelativo Jesús Velázquez con el cual no hubiese ido a ningún lado.
Es cuando El Murciélago Velázquez decide usar máscara que nace la leyenda. Su mote lo adquirió el día que un promotor lo motivo a crear un personaje y como sugerencia le advirtió: “Básate en algo que te parezcas”. José Jesús enterró su anonimato y se halló cara de quiróptero. Como El Murciélago enmascarado debutó en la Arena México el 3 de abril de 1938 y desde esa aparición el morbo se apodero de los aficionados, que le hicieron el favor de llenar las subsecuentes apariciones en la arena que fuera.
Dueño de una capacidad extrema para aliviar el alma de los seguidores de la lucha libre, hacia vibrar al respetable vía su personalidad y espectáculo sobre el ring. Desde su salida era un show: de un oscuro túnel, a paso lento y arrogante, un misterioso enmascarado envuelto en una capa negra, subía sin dejar ver su atuendo y se dirigía al centro del encordado. El público lo abucheaba a rabiar, sin saber que esa era su motivación. Después del ritual del anunciador, el misterioso enmascarado extendía su capa para dejar salir volando una parvada de murciélagos que hacían que el domo se llenara de gritos tanto de terror, ira, asombro y rechiflas hacia el soberbio encapuchado negro. Posteriormente, dejaba soltar sobre el cuadrilátero alacranes, víboras, tarántulas y toda especie de alimañas para así amedrentar a su oponente. De esta manera fue como Jesús Velázquez El Murciélago Enmascarado revoluciono, en base a su imaginación, el mundo de la Lucha Libre.
Sus llaves favoritas fueron la noria, la suástica y la filomena. Esta última generó un mito en torno a su figura, junto a su gran rival Merced Gómez, El Tigre de Mixcoac. La historia cuenta que en una encarnizada batalla entre ambos El Murciélago le hizo volar un ojo a su furioso enemigo, aplicándole la después famosa llave, este hecho ayudo a acrecentar ante los aficionados su visión de rudo despiadado.
En el año de 1939 fue campeón nacional de peso welter. Se enfrento a las grandes figuras de la época como Octavio Gaona, Bobby Bonales, Jack O´Brein, Dientes Hernández y Ciclón Veloz entre otros más. Fue a mediados del año 1940 cuando perdió su máscara en una lucha de apuestas de máscara contra cabellera enfrentándose a Octavio Gaona quien lo derrotó. Por fin los aficionados vieron el rostro que se ocultaba tras aquel enigmático personaje. Desde ese momento, cambio su nombre de El Murciélago Enmascarado por el de El Murciélago Velázquez.
Luchó por algunos años más para después retirarse en buenas condiciones. Su espectacular carrera continuó como maestro de lucha libre. También formó parte de la Comisión de Box y Lucha del D.F. procurando buscar el bienestar de sus colegas.
La literatura y la poesía fueron sus grandes pasiones. Le gustaba escribir artículos en las revistas de luchas. Escribió cuentos y novelas cortas que posteriormente lo llevarían a realizar argumentos para cine. Algunas cintas donde participó fueron: Los Tigres del Ring (1957), la serie La Pandilla (1959), Señor Tormenta y Tormenta Sobre el Ring ambas de (1962), Las Lobas del Ring (1964), La Sombra del Murciélago (1968) y muchas mas. Uno de sus grandes éxitos fue Tlayucan (1962), película mexicana nominada al Oscar en el año 1963 por mejor film extranjero y ganadora de diversos premios tanto nacionales como internacionales. No solo escribió argumentos, también participo como actor en algunas de ellas. Realizar tertulias con sus amigos era un gusto para el, amante de la música. Su cantante favorita fue Lucha Reyes, quien le llegó a dedicar canciones en vivo. Hombre humilde, ejemplar y polifacético. Es imposible hablar de lucha libre sin mencionarle.
La muerte se lo derroto un 26 de mayo de 1972. A cuarenta años de haber desaparecido físicamente, no deja de sorprender su existencia, llena de aventuras, mitos, vivencias casi irreales y dignas para un personaje de una historieta de ficción.
